Una vez más se mete en problemas la pareja despareja de Riggs, un policía loco con tendencias suicidas y Murtaugh, un hombre de familia que quiere llegar sano y salvo a su jubilación.
Esta vez, están protegiendo al hiperactivo Leo Getz, un testigo del gobierno sobre una operación de lavado de dinero. Juntos descubren que unos diplomáticos de Sudáfrica tienen una operación de contrabando de oro y ellos deben hacer todo lo que pueden para detenerlo. |