Turín. Cuatro inocentes mueren en un atentado. Philippa, una profesora de inglés, no ofrece resistencia alguna y deja que la detengan. No niega nada, y se le percibe un absoluto abatimiento por las consecuencias de su acto.
Su objetivo era alguien distinto: un traficante de drogas sobre cuyas espaldas recaen las muertes de su marido y de muchos de sus estudiantes. La policía insiste en que detrás de todo ésto hay un motivo político.
El único que cree la historia de la mujer inglesa es un joven policía, pues está convencido en lo más hondo de sí mismo que están hechos el uno para el otro. Y se le ocurre un plan que le retornará la libertad, pese a que ello puede costarle la carrera e incluso la vida.