En medio del desastre de las inundaciones, fue lanzado al mercado este documental, que rastrea las influencias de la música de New Orleans al tiempo que muestra a intérpretes de distintas generaciones dando lo mejor de sí en escena.
El cruce entre las canciones y las entrevistas no sólo sirve para recordar lo mucho que el funk, el jazz y el blues le deben a la mezcla étnica de la ciudad: también hace más dolorosa su pérdida.