Gabriel, Lucero, Pablo, Paola, Mateo, Fabiola y Camila, amigos de la universidad y de la vida, deciden hacer un viaje por Semana Santa. Los jóvenes eligen la selva de Tarapoto y se instalan en un lodge lo suficientemente alejado de la ciudad como para estar realmente solos y lejos de absolutamente todo.
Desconectados y libres dan rienda suelta a su juventud y vitalidad teniendo como único testigo al encargado del hotel. O por lo menos eso es lo que ellos creen. Pronto presencias perturbadoras se harán evidentes. Primero a Lucero, la menor y más frágil del grupo cuyo pasado parece perseguirla. Y luego a los demás, convirtiendo las vacaciones en un infierno. Cuando se dan cuenta de que nunca estuvieron solos será demasiado tarde.
Poco a poco iremos descubriendo estas presencias y sus orígenes. Si es la selva y sus espíritus o algo incluso más grande, solo podremos saberlo cuando la verdad se haga presente de forma terrorífica dejando a los chicos a merced de sus destinos.
La selva, su imponente belleza, sus misterios y sus noches oscuras e insondables son un personaje más y el marco de esta intrigante y perturbadora historia que atrapará a los espectadores de principio a fin mientras que intentan al igual que los personajes descubrir quien o qué está detrás de todo. |