Es el invierno de 1960 y Anna llega a Saint Ange, un orfanato de Francia, pero no como huérfana sino para limpiar esta mansión desierta.
La joven Judith es la única que queda en ese hogar. Pero Anna pronto tiene razones para pensar que no es así, que Judith no está sola.
Con el transcurrir de los días, Anna empieza a oir ruidos, risas espeluznantes, susurros, pasos y tiene visiones... sobrecogedoras, habitación por habitación, noche tras noche. |