Adictos al Sexo es un relato que se sitúa en un vecindario de Baltimore (ciudad natal del director, donde ha filmado la mayoría de sus films), aparentemente tranquilo y amigable, donde una epidemia de sexo y perversión se está expandiendo.
Aquellos que se golpeen la cabeza despertarán a una libido sexual insaciable, en especial aquellos que son asistidos por un “curador”, algo así como un sanador espiritual llamado Ray Ray quien les mostrará el camino hacia el orgasmo.
En su iglesia (un galpón de servicio mecánico) se encuentra el grupo de los 12 (¿apóstoles?), cada uno de los cuáles se caracteriza por tener una fantasía erótica distinta, en general bastante patética o sucia. Su misión es lograr una revolución orgiástica, imponer el libertinaje y, sobre todo, descubrir una forma de relación sexual nunca antes experimentada.
Aquellos vecinos conservadores autodenominados “neutros”, harán todo lo posible por detener la perversión que los invade. Pero estos defensores de la moral no son quienes protagonizan el relato, e incluso se puede afirmar que están ridiculizados. |