Mickey sabe sobre el matrimonio. Percibe que no funcionará si uno de los integrantes de la pareja es feliz y el otro es infeliz. No, para que un matrimonio tenga éxito, ¡ambos deben ser infelices!
El amor se presenta como un dulce sufrimiento en esta ingeniosa historia cuando el árbitro de básquetbol Mickey conoce a Ellen empleada de una aerolínea. Se enamoran entre croissants en París, luego se separan con renuencia a fin de continuar con sus carreras profesionales y vuelven a unirse apasionadamente para hacer planes de felicidad conyugal con mucho entusiasmo.
Después viene la parte difícil: asegurarse de que el matrimonio no apague la llama del amor. |