La segunda película del director de Recursos Humanos cuenta la historia de un ejecutivo desempleado que simula frente a su familia y sus amigos que trabaja para un organismo internacional.
Cantet, el director, reflexiona nuevamente sobre la naturaleza del trabajo y de la sociedad. Curiosamente, cuando tener empleo parece el único deseo social legítimo del ser humano, el film complementa el rechazo por la sociedad globalizada con el cuestionamiento de ese derecho convertido en fin.
La profundidad de ese pensamiento escalofriante acecha en un film virtuoso, en el que la belleza de las imágenes contrasta con las contradicciones de la civilización. Un gran director está entre nosotros.