Para alejarse de la esclavitud que impone la frenética vida en la ciudad, Gothamites Cooper Tilson (Dennis Quaid) y su esposa, Leah (Sharon Stone), deciden hacer las maletas y mudarse con sus hijos a una mansión recién reformada en las afueras de Nueva York.
Cold Creek fue en otro tiempo una mansión grandiosa y elegante, pero ahora está en ruinas. Sin embargo Cooper y Leah tienen todo el tiempo del mundo para devolver a la casa ese esplendor que pedía a gritos. Todo va sobre ruedas hasta que Dale Massie (Stephen Dorff), el anterior propietario de la casa, sale de prisión y reclama sus derechos sirviéndose de todos los medios a su alcance.
Hay dos tipos de personas en Cold Creek, los que viven allí y los que nacen allí y Dale no tarda en demostrar quién va a prevalecer, teniendo en cuenta que la casa esconde un oscuro secreto.