Ben Quick es expulsado de un pueblo acusado de incendiar un galpón, cuando llega a su ciudad natal, en la carretera es recogido por las guapas hijas del Will Varner algo así como las dueñas del pueblo, quien le propone darle un empleo si es capaz de vender unos caballos salvajes.
Ben demuestra que es un empleado muy competente y además es apuesto y logra que el viejo le tome cariño y vea en él al hijo que ha querido tener o al yerno perfecto para casarlo con su hija aspirante a solterona.