Durante cinco generaciones, la familia Rabinowitz se ha encargado de la música y los coros religiosos de su sinagoga, pero su hijo Jakie no tiene mucho interés en conservar la tradición, pues por su cabeza rondan otros ritmos y sonidos y hasta abandona su hogar paterno, para seguir insistiendo en esos sonidos, más cercanos al ragtime y al jazz, los cuales lo llevan el éxito y al reconocimiento.
Primera película sonora de la Warner Bros... ¡todo un acontecimiento!
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